miércoles, 11 de noviembre de 2015

Etapas del desarrollo sintáctico y morfológico

Las etapas del desarrollo del lenguaje durante el periodo preescolar corresponden con los incrementos en la longitud media de las emisiones (LME) de los niños medidos en morfemas. 

Esta medida se relaciona muy bien con la edad, y además es fiable y un buen predictor del desarrollo del lenguaje, especialmente de su complejidad (Blake, Quartaro y Onorati, 1993; Rondal, Ghiotto, Bredart y Bacherlet, 1987).

Hasta que se llega a una LME de 4,0, los incrementos en la LME corresponden con avances en la complejidad sintáctica, pero por encima de 4, la complejidad está más relacionada con el contexto que con la sistaxis (D´Odorico y Franco, 1985). 

Aunque existe una correlación positiva entre la LME y la edad, esta medida varía demasiado entre niños que tienen la misma edad cronológica (J. Miller, 1981; Miller y Chapman, 1981; Wells, 1985).

También hay que decir que, aunque la LME se propuso para estimar la complejidad lingüística de los preescolares ingleses, no se aplica de la misma manera en todas las lenguas. Así, no tiene utilidad en el hebreo moderno, donde la complejidad lingüística no se traduce necesariamente en emisiones más largas (Dromi y Berman, 1982).

Entre los 18 meses y los 5 años de edad, la LME se incrementa aproximadamente 1,2 morfemas por año, aunque algunas evidencias indican que se produce una disminución en el ritmo de desarrollo después de los 42 meses de edad (Scarborough, Wyckoff y Davidson, 1986)






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